Una tradición que no se ha perdido aún en Peralta es el secado de alubias pochas al sol, en la calle o en las bajeras.
Tan típico como asar pimientos en temporada; quitarles la piel junto al barreño de agua entre varios miembros de una misma familia sentados en corro y llenar los arcones para todo el año o embotarlos; es pelar las pochas y dejarlas bien desenfundadas y en grano para poderlas cocinar.
Esta variedad de alubia procedente de Navarra y extendida a otras zona como el mediterráneo, generalmente se cocina fresca o se congela nada más recoger para que no llegue a secarse.
Su temporada es muy corta y si se quiere comer en su punto, poco harinosa y con la piel bien fina ha de recogerse a finales de agosto o principios de septiembre, desenvainarla (como bien dice la palabra separando las semillas de la vaina) y... directamente al puchero.
Que aproveche a los afortunados que hayan podido hacerse con unas cuantas "pochicas" de huerto en esta temporada. ;)
La foto es de hace cinco días, aproximadamente. No me pude resistir a sacarla. Es una de esas cosas que me sigue encantando ver después de veinte años en esta tierra. :)
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